Aterrorizados por la inseguridad

  • Vecinos de la colonia El Cerro denuncian calamidades en materia de vigilancia, alumbrado y limpieza

De mal en peor: triste epitafio tendrá la administración municipal de Morena por no atacar las debilidades de Puerto Vallarta en vigilancia policiaca, alumbrado, limpieza y todo un conjunto de calamidades que ya tienen hartos y desesperados a los vecinos del barrio El Cerro, en el centro de la ciudad.

Y es que la otrora privilegiada zona de Puerto Vallarta, ahora ha se ha degradado a un barrio sin ley y sin respeto para nadie: ni vigilancia policiaca, ni iluminación, ni respuesta a los vecinos para escuchar por las autoridades sus quejas sobre las deficiencias públicas que les afectan.

Lo advertí en otra entrega a raíz de la presentación del excelente proyecto de Fachada Vallartense lanzado por el ayuntamiento: Para qué  tener un centro de la ciudad muy bonito y arreglado, sin atacar los problemas y prioridades. Que era tanto como tener una muchacha muy guapa, bien vestida y elegante, pero con mal aliento.

Los vecinos del centro de la ciudad del barrio de El Cerro, ya no aguantan la inseguridad y el vandalismo, señala un reportaje de Miguel González Guerra de CPS Noticias.

Ahora esa zona es refugio de indigentes, de ladrones, y de suciedad, y los vecinos se ven indefensos ante la apatía de las autoridades que no mueven un dedo para detener el deterioro social y físico del Centro Histórico de Puerto Vallarta.

Ya no es solo es la franja de las tres calles Juárez, Morelos y Malecón. Ya trascendieron las calamidades hacia el barrio de El Cerro, en donde ya no encuentran a qué santo rezarle, nadie les hace caso.

Imagínese que asalten a un familiar suyo, una mujer, y que no se presente ninguna patrulla, dígame si no es una irresponsabilidad mayúscula de las autoridades municipales. Y todavía más, que los asaltos que se han registrado sea por falta de iluminación.

Como para ponerse a llorar dicen los vecinos y razón no les falta, nada mejor que un entorno seguro para la familia. Todos buscan que la familia tenga opciones de desarrollo sano, sin embargo las condiciones no son las apropiadas ante la falta de compromiso de las autoridades.

Los indigentes se han vuelto un dolor de cabeza, no para las autoridades que no hacen nada para controlarlos, sino para los vecinos que viven en la zona del Cerro,  atrás del Templo de Nuestra Señora de Guadalupe, que ven cómo se les acabó la tranquilidad, ante el aumento de personas en situación de calle, robos, vandalismo, inseguridad para la familia, ahora prácticamente tienen que vivir con las puertas cerradas.

Los vecinos son testigos como los indigentes toman las banquetas como dormitorio, y que borrachos o drogados arman escándalos agrediendo y gritando a los vecinos y los turistas.

Residentes de la zona han sido víctimas de los ladrones, robos, violencia y en el colmo, atentados a su integridad física y a sus bienes, ante la ausencia de vigilancia de la policía, por lo  que se sienten desprotegidos, señala el texto del reportaje de Miguel González Guerra.  

Una señora que ha vivido desde su nacimiento  en el barrio de El Cerro,  y por ende testigo del crecimiento del puerto, dijo lamentar la destrucción que se está dando a la imagen, a la seguridad y esencia.

Justo en la semana los vándalos sin control, por la noche le rompieron el cristal de su coche, y lo mismo le sucedió a su vecino, un residente extranjero desde hace muchos años.

Denunció que el Mirador de Matamoros se ha convertido en un refugio de los malandros que pululan en el área, en donde siempre hay gente malosa, flojos que se están drogando. La declarante de más de 60 años dio a conocer que a un vecino, entre tres hombres lo siguieron hasta su casa y al abrirla, lo empujaron y se metieron   para robarlo, marcó al 911 y después de tres horas no llegó la policía.

En ese lugar a diario se dan cita drogadictos que “hacen sus bultitos triangulitos” y nada mamás están observando los movimientos de los vecinos, y se pregunta el por qué la policía no hace rondines en esa área, por lo que pidió que la policía realice labores de vigilancia por esos lugares.

El Mirador del Faro se ha vuelto tiradero de las certeras de los delincuentes, pues han visto alrededor bolsas y carteras, que al parecer son robadas, además de que es común las fallas en el alumbrado público, por lo que aumenta el peligro al estar las calles a oscuras.

Los vecinos señalaron la ausencia de alumbrado desde una semana atrás, desde el Cecatur, en la calle Zaragoza, hacia arriba toda esa área, de la calle Guerrero hacia el cerro. Y se dio el caso que tuvieron  que ayudar a una muchacha que le fue robada su cartera por lo que reiteraron su incomprensión al por qué no realiza su trabajo de vigilancia la policía. 

Ahí tiene el alcalde Pepe Martínez un problema a resolver, eso sucede a unos cuantos metros del Palacio Municipal, en donde es evidente la falla de los protocolos de vigilancia de la policía municipal.

Son varios los cuerpos de vigilancia que están en rondines en Puerto Vallarta, la pregunta es si hay coordinación o cada quien jala para donde sea, lo que podría ser una de las razones del abandono de la vigilancia del barrio de El Cerro.

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